sábado, 16 de febrero de 2013

Diario Página Siete
Ratzinger sentó un precedente

El Papa Benedicto XVI sentó un precedente extraordinario al anunciar su renuncia a la silla de San Pedro después de ocho años de reinado. Ahora los papas se sentirán libres de dimitir por lo que les dicte su conciencia. Pero al mismo tiempo, nos cuestionamos si existen los obispos iluminados o sobre la vocación de ejercer como Papa.
Jopeph Ratzinger arguyó que fue por falta de fuerzas. Demostró un ejemplo de valentía, honestidad y desaprensión al reconocer sus limitaciones físicas de seguir encabezando a la Iglesia Católica.
Una decisión nada fácil, que muestra su grandeza, generosidad y sabiduría más aún cuando en los tiempos actuales pocos quieren desprenderse del poder. Un líder debe saber cuando retirarse y éste es el caso. Es más,
Su dimisión sorprendió al mundo católico y no católico porque durante casi 600 años los papas han reinado hasta el último día de su vida. La última renuncia fue del Papa Gregorio XII en 1415 para dar fin con el cisma de la Iglesia en occidente.
En el homilía del pasado Miércoles de Ceniza, el Santo Padre, condenó la “hipocresía religiosa” y las divisiones internas de la Iglesia. Y aseguró, que dimitió “por el bien de la Iglesia”.
En su reinado tuvo que afrontar denuncias de pederastia por parte de sacerdotes católicos, él, sin embargo pidió perdón públicamente a las víctimas y propició la “tolerancia cero”.
También fue perjudicado por la filtración de documentos confidenciales por su mayordomo así como por casos de corrupción en el Vaticano, congregaciones y diócesis.
En un discurso criticó al islam vinculándolo con el terrorismo yihadista, lo que provocó malestar entre los musulmanes, pero se disculpó.
No debe haber sido fácil ser el sucesor del carismático y emblemático Juan Pablo II, al que incluso llaman Juan Pablo Magno.
El Papa Benedicto XVI fue una figura distinta. Es un teólogo y un intelectual de primera línea. Publicó su lucido pensamiento y se acercó a la modernidad llevando la palabra de Dios viajando y abriendo su propia cuenta en tuiter.
Existe, sin embargo, en la Iglesia, una posición clara e incambiable sobre el aborto, la pena de muerte, la eutanasia, la clonación, la homosexualidad, el sacerdocio de las mujeres, entre otros. Es una institución que debe promover los principios éticos y la moral en un mundo cada vez con menos valores y con más disidentes en la Iglesia.
El Santo padre es un hombre realista que ha abierto una puerta para que los obispos del Colegio Cardenalicio escojan a su sucesor, que esperamos sea un hombre joven ya que la Iglesia Católica está cargada de problemas.
Todos los latinoamericanos quisiéramos que por primera vez un cardenal de la región ocupe la silla de San Pedro, más aún cuando el 42% de los católicos del mundo (que son 1200 millones de fieles) se encuentran en este continente emergente, pero cargado de pobreza.
Entre los latinoamericanos se especula de los brasileros Adilo Scherer que dirige la diócesis de Brasil con más católicos en el mundo y de Joao Braz de Avis relacionado con la Teología de la Liberación, aunque no al extremo, con lo que ha obtenido seguidores. También se habla del argentino Leonardo Sandra que sustituyó al secretario de Estado del Vaticano, ocupando el tercer lugar en la curia.
En marzo próximo se reunirán los obispos en un cónclave para elegir al sucesor, una figura clave para los inicios del tercer milenio del cristianismo.

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